La epidemia mundial de coronavirus nos ha presentado una oportunidad para reevaluar nuestra relación con el medio ambiente. Lamentablemente, algunas personas todavía no reconocen la importancia de respetar la vida de todos los seres vivos.
En países como Camboya y Vietnam, el consumo de carne de perro y gato tiene raíces históricas profundas que se remontan a muchos años. Se estima que en todo el Sudeste Asiático, casi 10 millones de perros encuentran su destino en los confines de los mercados de carne.
Lo que hace que esta situación sea aún más preocupante es el notable aumento de estas cifras en medio de la сгіѕіѕ epidémica. Uno de los aspectos más desconcertantes es que ciertos profesionales de la salud han advertido a las personas que consumir este tipo de carne podría tener beneficios para la salud en la lucha contra el coronavirus.
“Se ha informado a la gente que la carne de perro es beneficiosa para la salud y puede ayudar a combatir resfriados o enfermedades como el сoⱱіd-19”, comentó un vendedor de Camboya.
Otros sostienen que este tipo de carne es más “natural” ya que los perros no estáп expuestos a productos químicos. Sin embargo, un examen más detenido de estos mercados revela los peligros que representan tanto para los animales como para la salud de quienes consumen esta carne.
“La gente sigue consumiendo cantidades sustanciales de carne en estas regiones bajo la creencia de que tiene propiedades curativas”, lamenta Michael Chour, fundador de The Sound of Animals.
Es deplorable que en medio de una сгіѕіѕ de salud tan ɡгаⱱe, el consumo de carne de perro y gato esté en aumento. Estos animales padecen condiciones abominables, confinados en espacios antihigiénicos con mínima atención médica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que un asombroso 70% de los patógenos globales emergentes responsables de enfermedades se originan en animales.
Todas estas circunstancias se han correlacionado con brotes de enfermedades como el cólera, un mayor riesgo de rabia y la desgarradora realidad de perros y gatos que enfrentan una muerte dolorosa. Muchos de los animales que se venden en estos mercados son mascotas robadas, alejadas de sus legítimos dueños.
Las principales organizaciones de derechos de los animales se han unido y han pedido a los líderes de Camboya y Vietnam que implementen medidas para frenar la venta de carne de perros y gatos. Puede contribuir a este caso respaldando la petición.
En la capital camboyana se produce un fenómeno desconcertante: más de 100 restaurantes ofrecen carne de perro y gato a domicilio.
A la luz de las transformaciones globales en curso, es imperativo que tomemos medidas y alcemos la voz en defensa de estos animales. Necesitan urgentemente nuestra ayuda y debemos fomentar la concienciación para poner fin a estos abominables mercados de carne de perro y gato. ¡Comparte ampliamente esta información!