Independientemente del idioma, la cultura, la distancia o la especie, no hay límites en la amistad. El entusiasta de la vida silvestre Valentin Gruener tiene un conocido cuya simple apertura de la boca para decir “¡Hola!” probablemente paralizaría a muchos con miedo. Val puede afirmar con certeza que su amigo más querido es un león llamado Sirga.
Sirga es una leona que disfruta acurrucarse con su padre humano, Valentin. El Proyecto de Vida Silvestre Modisa, que actualmente opera en el Kalahari de Botswana, fue cofundado por Valentin Gruener. Además, es un ecologista de corazón. Cuando Sirga tenía solo unos días, este extraordinario individuo comenzó a criarla.
Sirga comenzó a aprender a sobrevivir en la naturaleza a la edad de tres años. Valentín le estaba enseñando a cazar. Sirga solo había sido abandonada por sus padres durante unos días cuando Valentin la descubrió. Ella solo pesaba 4 libras. Después de la muerte de sus hermanos, sus padres la abandonaron, dejándola sola. Habría perecido si Valentín y sus hombres no la hubieran descubierto en el campo.
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Val recuerda la historia de su encuentro anterior. “Empezó hace 10 años cuando la madre de Sirga dejó de darle de comer y tuve que criarla a mano”.
Recientemente, alguien filmó estas entrañables interacciones y el video rápidamente se volvió ⱱігаɩ.
Val cree que Sirga es posiblemente el león más benévolo que existe, pero esforzarse por cultivarla podría tener efectos adversos.
A pesar de su tamaño, siempre es agradable y amable. Soy el único individuo que interactúa con ella. Sería peligroso para aquellos que no la conocen”.
La leona busca actualmente su propio alimento, capturando antílopes y otros animales. Permite que su ancestro humano la acompañe mientras devora a su presa. La relación de esta leona con su progenitor humano es sumamente entrañable. Interactúan de manera lúdica e incluso se abrazan. Sirga corre hacia Valentin cada vez que lo ve y lo abraza con caricias y labios.