Semanas embarazada y en extrema necesidad de ayuda. Cuando los compasivos voluntarios de IAPA la encontraron, estaba débil, incapaz de levantarse, y consumida por el miedo. Su ⱱᴜɩпeгаЬɩe situación conmovió los corazones de quienes vinieron en su ayuda, y emprendieron un viaje de cuidado, apoyo y nuevos comienzos.
El dueño anterior de Natajuli la había dejado en la puerta, impulsado por el miedo a su inminente maternidad. Inicialmente, el miedo de Natajuli se manifestaba en su comportamiento protector, mientras se resguardaba a sí misma y a sus cachorros no nacidos de los rostros desconocidos de los voluntarios. Sin embargo, con el tiempo y la paciencia, comenzó a abrirse y confiar en aquellos que le ofrecieron una mano amiga.
Un voluntario recordó el momento en que se encontró por primera vez con Natajuli, compartiendo: “Miren su vientre, podría contener 13 o 14 vidas preciosas. Estamos planeando programar sus exámenes para mañana ya que está bastante débil”. La preocupación por el bienestar de Natajuli eга palpable, y los voluntarios se unieron para brindarle el cuidado que necesitaba.
La anticipación creció mientras los voluntarios se preparaban para el ultrasonido de Natajuli para asegurar un parto seguro. A pesar de su estado débil, Natajuli regresó al refugio bajo sus ojos vigilantes. El momento сгᴜсіаɩ finalmente llegó: Natajuli dio a luz con éxito a su primer hijo, un joven enérgico.
La conmovedora sorpresa se reveló mientras Natajuli continuaba dando a luz, no a algunos, sino a asombrosos 14 adorables cachorros. La vista de Natajuli y sus 14 bebés evocó una mezcla de emociones en los voluntarios, que iban desde una alegría abrumadora hasta el sentido de responsabilidad que les esperaba.
Una visita al veterinario siguió, donde Natajuli y sus 14 pequeños se sometieron a exámenes, ultrasonidos y análisis de sangre. Su salud eга una prioridad absoluta, y el alivio fue evidente cuando Natajuli emergió sonrojada pero fuerte. Los cachorros no fueron una excepción, cada uno robusto y saludable, un testimonio del cuidado y la dedicación volcados en su bienestar.
Un voluntario compartió su sentimiento, diciendo: “Estuve casi al borde de las lágrimas cuando vi la sonrisa de Natajuli, y sus cachorros son simplemente demasiado adorables; no puedo evitar querer bañarlos de cariño”.
A medida que este conmovedor viaje se desarrolla, los voluntarios se encuentran ante el agradable desafío de nombrar a las 14 pequeñas maravillas. Se extiende una invitación a todos los que comparten su historia para sugerir nombres que tengan significado y resonancia. Estos nombres se convertiráп en parte de la historia de resistencia, esperanza y compasión inquebrantable que define el viaje de Natajuli y las vidas que trajo al mundo.