Asombroso Fenómeno: Rocas “Vivas” que Crecen, Se Reproducen y se Mueven.

Puede que levantes una ceja al leer el título, pero la naturaleza se complace en confirmar este hecho. Los “Trovants” son rocas extrañas que pueden crecer, reproducirse e incluso moverse.

El tamaño de los Trovants varía ampliamente, desde unos pocos milímetros hasta rocas de hasta 10 metros – Foto: Whenonearth

En Rumanía existe un tipo especial de piedra que es una completa excepción: se “comportan” como un organismo vivo. Durante la estación seca, Trovant permanece completamente inmóvil y permanece en su lugar sin cambiar de tamaño. Pero cuando llega la temporada de lluvias, las piedras parecen cobrar vida, comienzan a aumentar de tamaño e incluso a moverse.

Esta roca “viva”, llamada Trovant, es un interesante fenómeno geológico descubierto en la zona del pequeño pueblo rumano de Costesti. Es sinónimo del término alemáп “Sandsteinkonkretionen”, que significa arena cohesiva.

Incluso ahora, los científicos no han podido descifrar con precisión las extrañas propiedades de los trovantes en Rumania. Lo único que sabemos es que existe una conexión entre los procesos que tienen lugar en las rocas y las condiciones meteorológicas.

Vive intensamente después de la lluvia

Un bloque de Trovant emerge como un hongo – Foto: Whenonearth

Se dice que estas extrañas “rocas vivas” estáп formadas por un núcleo de roca con una capa exterior de arena y, después de una fuerte lluvia, la roca adquiere nuevas formas en la superficie, lo que les da el sobrenombre de “rocas en crecimiento”. “lucen exactamente iguales e incluso se mueven por sí solos como las rocas deslizantes del Valle de la Muerte (California, EE. UU.).

Los trovantes pueden producirse por acumulaciones de arena muy porosa y sedimentos de arenisca cementados con agua rica en carbonato de calcio. El nombre “Trovant” (trovanti) fue dado e introducido por el naturalista Gh.M. Murgoci, en su obra “El Terciario en Oltenia”.

Pero, ¿qué hace que estas rocas proliferen? Se necesita cualquier forma de agua rica en carbonato cálcico para formar los Trovants, y también es clave para que estas rocas crezcan en presencia de agua de lluvia.

Después de cada lluvia intensa, Trovant absorbe minerales del agua de lluvia. Los minerales se combinan con la composición química ya presente en la roca creando reacciones y presión interna. La presión espontánea hace que las rocas crezcan desde el centro hacia la superficie y se multipliquen, con una tasa de deposición del núcleo de aproximadamente 4 a 5 cm en 1.000 años.

Las piedras trovantes aparecen con formas suaves y angulares, a menudo cilíndricas, nodulares o esféricas. Los trovantes desarrollan estas formas inconsistentes a medida que “crecen” y se “reproducen” debido a la secreción irregular de “cemento”. Puedes ver cómo estas piedras crecen desde unos pocos milímetros de tamaño y llegan a medir hasta 10 metros.

¿Nació el terremoto?  

Hay poca investigación sobre el origen de las “piedras en crecimiento” en Rumania, pero se han propuesto muchas teorías. Según el Congreso Geológico Internacional de Oslo de 2008, el “Trovant” se considera un tipo de “concreción de arenisca”.

Según la hipótesis planteada en el congreso, el Trovant rumano tiene una textura magnética que refleja condiciones paleodinámicas (paleosísmicas) y corresponde a composiciones específicas de depósitos de arena (especialmente carbonatos que se acumulan en la arena, que aparece durante los grandes terremotos).

Se dice que las extrañas rocas en Rumania nacieron después de los terremotos que ocurrieron hace 6 millones de años. Los depósitos de arena se crean tras la sucesiva sedimentación de materiales traídos por los ríos. Se cree que en este proceso intervienen la gravedad, el choque geológico, la cohesión de la solución (especialmente la tensión superficial) y la fuerza de adhesión entre las partículas de arena y el líquido.

Los trovantes no sólo son extraños por su estructura y capacidad para crecer y reproducirse. Este tipo de “roca viva” también puede moverse de un lugar a otro.

Lo más sorprendente es que los Trovants tienen la estructura de un árbol. Si cortamos el tronco de piedra, podemos ver venas circulares como anillos de edad en el interior del tronco. Hasta la fecha, los científicos no han encontrado una explicación para esta característica única.

Con las características combinadas de una planta y una roca, es difícil decir si estos Trovants deben clasificarse como vivos o no vivos. Pero ya sea que se trate de un organismo vivo o no, estas rocas “en crecimiento” son ciertamente interesantes para los visitantes.

Además de utilizar ampliamente el Trovant como material de construcción de lápidas, la gente también lo utiliza para fabricar souvenirs. Tallan rocas en formas como demonios para venderlas a los turistas. Los visitantes pueden incluso “plantar” una piedra en el suelo y esperar a que crezca.

En 2006, en las minas de arena cercanas al pueblo de Costesti, distrito rumano de Valcea, se inauguró un museo de piedra de Trovant. Su colección incluye los ejemplares más curiosos traídos de diferentes localidades de Rumanía. Desde entonces, se ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas de la región, si no de Rumanía. El museo está actualmente protegido por la UNESCO.