El cementerio de aviones más grande del mundo es una vista fascinante, con filas y filas de aviones retirados que se extienden hasta donde alcanza la vista. El gran tamaño y escala de esta instalación, ubicada en los Estados Unidos, es un testimonio del ciclo de innovación y obsolescencia en la industria de la aviación. Dentro de este extenso cementerio se encuentra un tesoro de materiales y piezas valiosos, y cada año se desguazan aviones por valor de miles de millones de dólares. Trabajadores cualificados desmontan meticulosamente estos aviones y recuperan todo, desde motores hasta componentes electrónicos, para revenderlos o reutilizarlos. El proceso no sólo es lucrativo desde el punto de vista financiero sino también sostenible desde el punto de vista medioambiental, ya que reduce los residuos y promueve el aprovechamiento de los recursos.