El perro desafortunado fue descubierto atado dentro de una bolsa desechada, abandonado para descomponerse a lo largo de la orilla del río. Sus patas traseras parecían paralizadas debido a lesiones físicas aparentes, y estaba extremadamente deshidratado, desnutrido y demasiado débil para ponerse de pie. ¿Podráп los rescatistas compasivos ayudar al perro en su recuperación?

Dos mujeres estaban dando un paseo a lo largo de los ríos, en Messina, una ciudad del sur de Italia, cuando fueron sorprendidas por débiles gritos que venían de algún lugar cercano. Intrigadas, las mujeres decidieron investigar.

 

 

Se encontraron con una visión. Un perro atrapado dentro de una bolsa de basura en medio de los cuerpos en descomposición de otros animales.

Llenas de horror y compasión, las mujeres no perdieron tiempo en liberar al perro de su confinamiento. Se quedaron impactadas al ver que la pobre criatura había sido cruelmente atada con alambres mientras era devorada por roedores. No podían creerlo.

 

 

Las patas traseras del perro parecían paralizadas debido a algún tipo de traumatismo físico. Afortunadamente, bebió ansiosamente el agua ofrecida por sus rescatadores.

Una voluntaria compasiva de rescate de animales llamada Linda Li pronto llegó a la escena y se encargó de transportar al perro herido para recibir la atención médica necesaria. El valiente canino fue nombrado Oliviero. Los veterinarios que lo examinaron informaron que estaba gravemente deshidratado, desnutrido y demasiado débil para ponerse de pie. Es verdaderamente notable que haya logrado sobrevivir a través de estas circunstancias.

 

 

Con el cuidado y tratamiento adecuados, Oliviero se recuperó milagrosamente de su difícil experi

encia sin ningún parásito o infestación de larvas de mosca. En un giro de los acontecimientos, una mujer generosa dio un paso adelante. Se ofreció a proporcionar refugio temporal para Oliviero durante su período de recuperación. Sin embargo, con el paso del tiempo y el fortalecimiento de su vínculo, no pudo soportar separarse de él. ¡Decidió darle un hogar!

Hoy en día, Oliviero reside felizmente en su hogar amoroso, donde finalmente está experimentando la comodidad y el afecto que se merece. Su transformación no es solo física, también ha traído cambios positivos en su mente, emociones y bienestar espiritual.