Las mascotas familiares como los gatos y perros pueden cambiar sus vidas para siempre si son rescatadas a tiempo. Cuando están luchando por su supervivencia, sus salvadores llegan y les brindan una segunda oportunidad para vivir. ¿Hay algo más precioso?
No solo estos animales necesitan rescate, sino que muchos animales salvajes y criaturas marinas también esperan la preocupación y ayuda humana. Pueden terminar en mercados negros por su piel o en mercados locales para comida. No podemos cambiar el mundo, pero podemos ofrecer amabilidad en nuestra comunidad. Los pequeños actos de bondad funcionan enormemente cuando muchas personas se unen.
Este es el caso de Arron Culling, un hombre bondadoso de Greymouth, Nueva Zelanda. Él y su compañero de trabajo cambiaron el destino de dos tortugas marinas en Papúa Nueva Guinea. Estas criaturas servirían como una buena comida a menos que dos hombres vinieran a ayudarlas.
Como sabrás, la pesca de tortugas marinas aún es legal en gran parte del mundo. En Papúa Nueva Guinea, las comunidades costeras cazan tortugas por su carne y caparazones.
¿Qué hicieron Arron y su amigo? Compraron la libertad de esas dos encantadoras tortugas por menos de 40 dólares estadounidenses. Luego las liberaron. Los dos hombres condujeron 5 km por la carretera y liberaron a las tortugas de vuelta a donde pertenecen: el mar.
Estas dos tortugas no son las primeras que los hombres han salvado. Han comprado y liberado alrededor de 10.
Arron luego compartió fotos de su operación de rescate en las redes sociales. Ganó millones de “me gusta” y compartidos en todo el mundo. Espera que esto pueda mejorar la conciencia de las personas sobre las duras situaciones de las tortugas marinas. Seis de las siete especies de tortugas marinas del mundo están clasificadas como en peligro o vulnerables.
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