En una escalofriante demostración de poder, un hipopótamo adulto levanta un ternero en sus formidables mandíbulas y lo arroja de regreso al agua con un enorme chasquido. La impactante fotografía captura a la criatura salvaje envolviendo su boca alrededor de la pantorrilla de la hembra, creando un espectáculo de sangre y agua rociándose en todas direcciones.
Los hipopótamos pueden parecer tranquilos, pero poseen una increíble personalidad, como se destaca en la imagen del fotógrafo ruso Evgeny Borisov, que recibió grandes elogios en el concurso Wonderful Wildlife Photography de este año de la Sociedad Internacional de Fotógrafos de Naturaleza y Vida Silvestre.
En la foto, un hipopótamo macho agarra a una cría con sus poderosas mandíbulas y la arrastra fuera del río mientras otros hipopótamos observan cerca.
Un chorro de sangre forma arcos desde la pantorrilla encogida mientras es levantada por el cuello.
A pesar de su apariencia tranquila, los hipopótamos se encuentran entre las criaturas terrestres más etéreas de la naturaleza.
Los hipopótamos son famosos por su capacidad para infligir lesiones graves, como aplastar huesos, arrancar extremidades e incluso tragar humanos enteros si se les da la oportunidad.
Con un peso de más de 2,5 toneladas, los hipopótamos machos adultos defienden ferozmente sus territorios con dientes afilados y poderosas mandíbulas capaces de partir cocodrilos o canoas por la mitad.
En la historia se han producido encuentros mortales con hipopótamos, como la teггіЬɩe experiencia de Matthew Wanjiuku en el lago Naivasha de Kenia, donde fue atacado y atacado por una de estas enormes criaturas durante unos terribles 10 minutos. El fotógrafo Frederico Genovese captó la dramática escena, representando el comportamiento de seguridad del hipopótamo mientras pisoteaba, movía la cabeza y mordisqueaba el brazo, el hombro y el torso de Wanjiuku antes de ser ahuyentado por los espectadores.
En otro episodio desgarrador, Paul Templer imaginó ser tragado por un hipopótamo cerca de las Cataratas Victoria en Zimbabwe. Inicialmente atrapado de cabeza en la garganta del hipopótamo, Templer relató haber sentido las cerdas en el hocico del animal antes de ser arrancado y posteriormente arrastrado hasta el fondo del río por el hipopótamo que cargaba.
Estos relatos subrayan el carácter moгtаɩ de los hipopótamos, que son responsables de más muertes humanas cada año en África que cualquier otro animal, con unas 500 muertes estimadas al año atribuidas a ataques de hipopótamos.