Vemos historias sobre la lealtad de los perros por todas partes, pero ésta demuestra que puede tener dos caras.
Una mujer de 65 años en México ha capturado corazones en todo el mundo después de que eligió vivir en una bolsa de plástico en las calles en lugar de en un refugio para personas sin hogar para poder seguir cuidando a sus seis perros. Luz María Olmedo Beltráп, conocida como “Chole”, vive en la calle desde hace 8 años, pero a pesar de que la vida es сгᴜeɩ con ella, se preocupa más por el bienestar de sus perros que por el suyo propio. Le brindan protección, calidez y, sobre todo, amor y compañía.
La impactante escena, captada por la lente del fotógrafo Omar Camarillo, rompió corazones en línea no solo por las condiciones inimaginables en las que tiene que vivir una anciana, sino como testimonio de que quienes menos tienen dan el mayor ejemplo de amor y compasión incondicionales.
Según los informes, la policía local intentó ayudar a Chole dedicando 30 minutos a intentar convencerla de que se mudara a un refugio, pero se dice que rompió a llorar ante la idea de dejar atrás a sus queridos compañeros de cuatro patas.
La mujer tenía miedo de que los perros se quedaran solos si la llevaban a un refugio. “No quiero ir, no necesito ayuda, estoy bien aquí”, dijo a la policía. “Chole” no podía abandonar a sus 6 fieles compañeras, una de las cuales estaba a punto de dar a luz. Después de todo, sólo se tenían el uno al otro.
La mujer tenía miedo de que los perros se quedaran solos si la llevaban a un refugio. “No quiero ir, no necesito ayuda, estoy bien aquí”, dijo a la policía. “Chole” no podía abandonar a sus 6 fieles compañeras, una de las cuales estaba a punto de dar a luz. Después de todo, sólo se tenían el uno al otro.
Luego de que la historia de Chole se volviera ⱱігаɩ, la usuaria de Facebook Alejandra Córdova Castro decidió acercarse para intentar ofrecer su ayuda proporcionándole a la anciana agua, comida, mantas y calcetines.
En una publicación compartida en línea, explicó que ama a los animales y señaló que Chole está “dando todo” por sus perros. Instó a la gente a pensar en cómo sería estar “descalzo sin mantas” y animó a sus seguidores a “comprarle unos tacos o un burrito” ya que “no cuesta más de 20 pesos”.
La historia llamó mucho la atención en línea, pero Alejandra fue la primera en ayudar y anima a otros a hacer lo mismo.
No obstante, es esencial tener en cuenta que cada situación es única y que las opciones disponibles para las personas sin hogar con mascotas pueden ser limitadas. En tales casos, las organizaciones locales de bienestar animal o las agencias de servicios sociales pueden brindar asistencia, como conectar a la mujer con recursos que puedan ayudarla a cuidar a sus perros y al mismo tiempo abordar sus propias necesidades de refugio, comida y apoyo.
Es fundamental abordar el problema de las personas sin hogar con compasión y comprensión, reconociendo los complejos desafíos que enfrentan las personas en estas situaciones y los profundos vínculos emocionales que pueden tener con sus mascotas. Se deben hacer esfuerzos para brindar apoyo y soluciones que consideren el bienestar tanto de las personas como de sus animales.