En un espectáculo poco común y conmovedor, una madre guepardo llamada Siligi ha dado a luz a una camada de siete juguetones cachorros, desafiando las probabilidades de supervivencia en la naturaleza. Normalmente, los guepardos dan a luz de tres a cinco cachorros, lo que hace que la presencia de siete hermanos sea inusual.
Los fotógrafos Yaron Schmid y Amy Montminy vieron a esta extraordinaria familia en Masai Mara.
A pesar de los peligros inherentes, estos pequeños guepardos ya se habían enfrentado al peligro, escapando por poco de un encuentro con una leona que intentó hacerles daño la noche anterior. Afortunadamente, su vigilante madre, Siligi, intervino y garantizó su seguridad.
El fotógrafo y veterinario Yaron Schmid, reflexionando sobre el extraordinario avistamiento, destacó la resistencia de los cachorros y afirmó que, a pesar de tener sólo unas pocas semanas de edad, ya habían soportado desafíos importantes.
Su guía, Dominick Maatany, desempeñó un papel сгᴜсіаɩ a la hora de localizar a la familia de guepardos en medio del vasto paisaje de Maasai Mara.
Amy Montminy, cofundadora de YS Wildlife Photography and Safaris, expresó su esperanza de que Siligi pueda criar con éxito a algunos de sus cachorros hasta la edad adulta.
Sin embargo, el camino por delante es peligroso, ya que los cachorros de guepardo se enfrentan a numerosas amenazas, incluidos depredadores como leones y hienas, además de enfermedades.
Masai Mara, donde residen Siligi y sus cachorros, presenta oportunidades y desafíos para la supervivencia.
Si bien los exuberantes verdes proporcionan abundantes presas, también atraen a turistas y vehículos, lo que aumenta el riesgo de interferencia humana.
Afortunadamente, iniciativas como el Proyecto Mara Meru Cheetah, dirigido por investigadores como la Dra. Elena Chelysheva, se esfuerzan por proteger a estos animales vulnerables, monitoreando su bienestar y educando a los visitantes sobre la observación responsable de la vida silvestre.
A pesar de contratiempos como una avería en los vehículos de investigación, que limita temporalmente los esfuerzos de seguimiento, los conservacionistas siguen dedicados a salvaguardar a Siligi y sus cachorros.
Su historia sirve como testimonio de la resiliencia de la vida silvestre frente a la adversidad, inspirando esfuerzos para garantizar su supervivencia continua.