En la tranquila ciudad de Townsville, Queensland, Australia, los residentes quedaron desconcertados por un espectáculo sorprendente que se desarrolló justo afuera de la ventana de un dormitorio. Una pitón colosal, que medía más de 2 metros de largo, sorprendió a los lugareños mientras disfrutaba de un abundante festín: una zarigüeya indefensa.
El escenario, típicamente asociado con las pesadillas de los habitantes rurales, se convirtió también en una realidad inesperada para los habitantes de las ciudades. Recientemente, un hombre llamado David Reynolds capturó el aterrador momento en el que se topó con la pitón devorando a su presa en su patio trasero. Al abrir la ventana trasera un viernes por la mañana, se encontró cara a cara con el reptil gigante saboreando su comida fresca, una visión a la vez inesperada y escalofriante.
David contó la desconcertante escena y señaló que la pitón tardó aproximadamente 2 horas y 30 minutos en tragarse a la zarigüeya por completo. La serpiente, suspendida de una rama, disfrutaba tranquilamente de su comida, aunque su enorme cuerpo impedía sus rápidos movimientos.
Después de un breve respiro de 30 minutos en el tronco del árbol, la pitón finalmente se deslizó hacia el jardín. Ahora surgen preocupaciones entre los residentes sobre la seguridad de sus queridas mascotas, incluidos gatos y otros animales domesticados, ya que podrían convertirse en la próxima presa de la pitón.
Si bien Australia es famosa por su extraordinaria y diversa vida silvestre, ciertas criaturas, como las pitones, pueden infundir miedo en los humanos. Este incidente subraya la importancia de permanecer alerta y prudente, incluso dentro de las áreas urbanas, mientras coexistimos con la increíble vida salvaje de Australia.