Un perro abandonado con la columna rota sufría en dolor hasta que llegaron personas buenas.

 

Los actos desalmados de algunas personas continúan sorprendiéndonos cada día. Desafortunadamente, aquellos que más los necesitan suelen ser los principales objetivos de su crueldad.

De vez en cuando, nos encontramos con historias sobre animales abandonados, descuidados o maltratados que realmente rompen corazones. Fue lo mismo esta vez cuando un humano de buen corazón se encontró con un perro abandonado que yacía indefenso en la calle.

Esta persona, sin embargo, demostró que aún hay esperanza para la humanidad al llevarle agua y comida a este pobre ser para que sobreviviera. Sin embargo, no pudo hacer más que eso, así que llamó a un rescatista para pedir ayuda y ella llegó al lugar en poco tiempo.

Estado de desesperación

 

 

Tan pronto como la rescatista vio la foto del perro, supo que tenía que actuar rápidamente. Cuando llegó al lugar, lo encontró debajo de la caja en la que esta mujer de buen corazón había puesto al perro para protegerlo del sol. Sus patas traseras estaban paralizadas y no podía caminar correctamente.

Aunque fue conmovida por esta vista, la rescatista no tuvo mucho tiempo para desesperarse porque el perro estaba en un estado realmente malo. Rápidamente lo transfirió a su coche y se dirigieron a la clínica veterinaria.

Cuando llegaron allí, el veterinario determinó que pesaba solo 3.5 libras, lo cual estaba muy por debajo de lo normal. Sin embargo, eso no fue lo peor de toda la historia porque el pobre perro tenía un problema mucho más ɡгаⱱe: su columna vertebral estaba rota y necesitaba una cirugía inmediata.

 

 

Aunque fue un procedimiento médico difícil, la cirugía fue exitosa. El pequeño héroe canino, a quien llamaron General, tuvo un tiempo difícil recuperándose los primeros días, pero mostró gran valentía y resiliencia.

Como parte de su recuperación, General tuvo que pasar por muchos tratamientos médicos, así como otra cirugía más pequeña. Sin embargo, demostró ser un perro con un gran corazón y superó todas las dificultades con una sonrisa.

 

 

Después de 18 días, finalmente fue dado de alta del һoѕріtаɩ y en camino al hogar de acogida donde su salvadora se encargaría de él hasta que encontrara un hogar para siempre.

Nuevo Comienzo

 

 

Gracias al voluntario móvil, General fue transportado de manera segura al hogar de acogida. Disfrutó de algunos días felices con su cariñosa salvadora, pero no permaneció mucho tiempo con ella. Una familia se enamoró de él y decidió adoptarlo.

A pesar de su discapacidad y el hecho de que no podía caminar correctamente, General fue recibido con los brazos abiertos en su nuevo hogar. No solo eso, sino que sus nuevos humanos favoritos lo adoraban, y sus hermanos y hermanas caninos también lo aceptaron.

 

 

Aunque General tenía problemas para moverse, eso no le impedía irradiar su energía positiva, así como jugar con sus amigos caninos y sus juguetes favoritos. Su nueva familia estaba asombrada por el espíritu brillante de General, y eso los motivaba a hacer todo lo posible para ayudarlo a caminar.

Aunque sabían que sería muy difícil, esperaban poder proporcionarle algún tipo de terapia que lo ayudara a caminar por sí mismo como cualquier otro perro.

Después de la consulta de rehabilitación, el veterinario recomendó que probaran la terapia con células madre. Siguiendo su consejo, concertaron una cita en una clínica cercana con un médico experto en este tipo de procedimientos médicos.

 

 

Aunque el doctor creía que la probabilidad de que General volviera a caminar eга muy baja, ellos no querían rendirse. Desafortunadamente, después de la cirugía, las predicciones del doctor se hicieron realidad.

Sin embargo, la voluntad de vivir de General y la energía positiva que irradiaba a pesar de todas las adversidades les dieron esperanza y fuerza para seguir adelante.

Disfrutando de cada momento

 

 

Ahora estaba claro que las patas traseras de General permanecerían paralizadas. Aunque fue difícil aceptarlo, esto no desanimó a este valiente perro de seguir viviendo la vida al máximo.

En el camino, su familia intentó hacerlo lo más fácil posible para él. Además de bañarlo con mucho amor, también lo ayudaron en la práctica para hacer su vida más fácil. Con ese propósito, le compraron una silla de ruedas para perros, con la cual podría moverse más fácilmente.

Después de algunas sesiones de entrenamiento con su nuevo “juguete”, finalmente pudo manejarlo con éxito. El simple hecho de que pudiera moverse eficientemente como cualquier otro perro hizo que General estuviera muy contento. En sus ojos, finalmente recuperó su vida.

 

 

Ni el hecho de que lo dejaran en la calle, ni que alguien despiadadamente le rompiera la columna vertebral, ni el hecho de que permanecerá paralizado para siempre destruyeron la voluntad de vivir de General.

Con la ayuda de almas bondadosas, superó todos los obstáculos y emergió victorioso en la batalla más difícil: la batalla de la vida.