Desde hace décadas, algunos zoológicos han emparejado a los leopardos con un grupo especial de hermanos adoptivos: los perros. Estos perros ayudan a los guepardos a desarrollar confianza y aumentar sus posibilidades de reproducirse.
Es bien sabido que los perros son el mejor amigo del hombre y que su compañía tiene un efecto curativo. Los perros de terapia estάп presentes en programas para niños con dificultades sociales, así como en programas de rehabilitación en prisiones.
Los perros no solo son buenos amigos del hombre, sino que también suelen llevarse bien con otras mascotas. Sin embargo, ¿pueden ser “amigos” de los animales salvajes? Sorprendentemente, los perros también han demostrado ser los mejores amigos de los guepardos. Durante décadas, algunos zoológicos han emparejado cachorros con problemas de socialización con perros, ayudándolos a ganar confianza, aprender a comportarse en grupos y aumentar sus posibilidades de reproducción exitosa.
La idea surgió en 1976 por necesidad en un parque de vida silvestre en los Estados Unidos y tuvo tanto éxito que algunos zoológicos la adoptaron para sus programas de cría de jaguares.
Una historia fascinante sobre la amistad entre las especies comenzó en 1976 en Winston, una pequeña ciudad de Oregon que alberga un parque de vida silvestre. La bióloga Laurie Marker, gerente del programa de conservación en ese momento, tuvo un problema al cuidar a un leopardo llamado Kayam: e?α un hijo único, no tenía compañeros para aprender a integrarse, y ningún otro leopardo de la misma edad lo adoptó.
Usted o su hermano. El Dr. ʍα?ҡ decidió probar la suerte de otra especie y se transfirió a un labrador llamado Shesho. Los guepardos son los felinos más cercanos a los gatos en África, por lo que si un perro y un gato pueden ser amigos, es posible que al menos cooperen con un leopardo. De hecho: Khayam y Shesho se enamoraron a primera vista y crecieron como hermanos de sangre, sin darse cuenta de las diferencias de su especie.El Dr. ʍα?ҡ notó que la presencia de Shesho parecía traer tranquilidad y seguridad a Khayam, por lo que sugirió que el zoológico de San Diego proporcionara un compañero de perro para uno de sus leopardos.
Una vez más, la conexión fue exitosa. Desde entonces, otros zoológicos han estado experimentando con esta increíble combinación.
¿Cuál es el secreto detrás de esta extraña amistad? La clave está precisamente en las diferencias entre las características de cada especie. Los guepardos son animales tímidos y, a diferencia de los leones que nacen en manadas, aprenden a interactuar con sus congéneres jugando con sus hermanos. Si falta este número, no tendrάп con quién desarrollar su comportamiento ?oᴄι̇αℓ, lo que puede causar problemas en la edad adulta.
Los guepardos son animales solitarios, en la naturaleza no suelen vivir en grupos a menos que haya una madre y sus crías o un grupo de machos jóvenes, generalmente hermanos, que forman alianzas para cazar juntos.
Pero en un entorno cerrado como un zoológico o un parque de vida silvestre, se ven obligados a compartir un pequeño espacio con otras personas, una situación antinatural y, a menudo, estresante. Si no se socializan adecuadamente, esto puede conducir a la ansiedad y la agresión.
Además, estos individuos muestran poco interés en el apareamiento y, en ocasiones, las madres pueden descuidar a sus cachorros. En animales amenazados como los guepardos, la reproducción es un objetivo importante de los programas de conservación.